Me siento arrinconada en estos momentos de mi vida
ya no se si es mi cuerpo que me pide descanso o
simplemente mi cabeza que necesita algo de paz.
Siempre al pie del cañón para todos,sin desfallecer
ni un solo momento,estando presente cuando se me ha
convocado,nombrado o necesitado.
No soy nadie en mi propia casa,hemos llegado a las manos
y a estar amenazada de muerte por mi propia hija,
soy la primera de las bolsas de empleo para cubrir plazas pero
eso no me sirve pues me paso la vida cubriendo o esperando
para cubrir,pero nunca tengo mi propio puesto.
La candidata idónea para llenar los huecos de los casados
rutinarios,los que buscan alimentar sus vidas con aventuras
seductoras y especiales sin enturbiar sus maravillosas vidas.
Pero nunca soy la mujer escogida para vivir una de esas vidas.
Voy hacer 41 esta semana y espero que esta noche que ha pasado
abrazada a mi,suplicando,llorando y temblando después de
dormir en el calabozo sea un antes y un después para ambas.
Deseo que todo cambie de una vez porque ya no reconozco
mi propia vida.
