jueves, 7 de mayo de 2009

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En el fondo somos como somos y no hay más
lo miremos como lo miremos,nos empeñemos en negarlo
se puede cambiar algunas cosas pero lo principal
es que somos de unos rasgos que nos preceden y marcan.
No sirve de nada luchar contra ellos porque es ir
contra corriente,pierdes tus fuerzas en una pelea absurda
pues crees en las emociones,en el amor puro,en la pareja
que se entrega al 100% a los sentidos que recorren todo nuestro cuerpo
en las caricias capaces de hacerte vibrar por segundos,
a los recuerdos que a pesar del tiempo te siguen arrancando una sonrisa
Luchas por tus valores,por tus creencias y te niegas a la hipocresía
sólo esperas que en algún momento sabrás que actuaste bien.

Por que soy emocional,romántica,picantona y no reniego de ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los rasgos... como granito cincelado, quedan para la posteridad... Una combinación de genes milenaria, que nos acompaña toda la vida y que transmitimos en una nueva combinación.

Marca nuestro carácter, nuestro ser. ¿Será que el espíritu se libera de esta secuencia? ¿será un ente independiente? Quizás...

¿Quién podría definir lo que nuestro espiritu siente ante determinadas circunstancias? Si nosotros mismo nos sentimos temblorosos de solo pensarlo...

¿Porqué experimentamos ciertas circunstancias, sin pedirlo, sin siquiera soñarlo? ¿Quién o qué las pone en nuestro camino?

Sin embargo, sentimos la necesidad de avanzar a pesar de ellas...
Si dejamos que nuestro interior vea la lúz, oiremos y sabremos a ciencia cierta que debemos enfrentar a la adversidad con el mismo entusiasmo que afrontamos los hechos felices.

Es en esos momentos que aceptamos la dualidad de las cosas, del Universo, y avanzamos a la siguiente etapa.