Nunca he visto  más fuerza que la que se ve
 en casa de una familia que tiene una persona enferma,
 donde ni siquiera se plantea la pregunta de si puedo o no
hacerlo?.La familia es aquella que a pesar de no tener estudios,
por nuestro ser querido aprendemos lo que haga falta y nos convertimos en el enfermero perfecto de 24 horas dejando de lado
nuestra propia vida.

 Durante estos años que he compartido con ustedes he pretendido
a través de mi trabajo facilitarles un poco las cosas con mi
granito de arena.

 Gracias por dejarme entrar en sus vidas,realizar mi trabajo con tanta dignidad.Se que quedan en muy buenas manos de eso no tengo la menor duda.

 Me quedo un poco de cada uno en mi corazón porque cada experiencia me ha aportado algo en mi vida diaria,muchas gracias.
                                                         
                                                             Sigan luchando como lo hacen por los suyos.