Se pasa por casa 15 minutos para ver a sus hijos
y cuando me ve a mi tumbada en el sofá,agotada
se atreve a decirme que no es la manera ve llevarlo
que que esperaba de la vida,yo era la que quería ser madre.
-No puedes utilizarme de cabeza de turco para echarme la culpa
de todo lo que te sucede me dice.Mi trabajo es el que es,no lo voy a cambiar.
Yo también tengo un trabajo y no por ello lo cambio,simplemente convino mi vida
laboral a la de ellos,creo que es lo normal de todo padre.Y lo que yo no voy a consentir es que mis hijos estén con mis cuñados,todas las navidades o un mes y medio de verano para que yo descanse por que según él es lo que me puede ofrecer.No es por mis cuñados pues les debo muchisimo sino por que el padre es él y no basta con hacer de chófer de sus hijos que su horario empieza a las 11.30 hasta las 16h +/- y de las 19h a las 23h +/- de martes a domingo mediodía.
yo convino guardias normalmente de mañanas porque me permite estar con ellos por las tardes,exceptuando algún favor que me ha pedido la empresa,si debo doblar 13 horas procuro hacerlo cuando es mi finde libre o sea cuando están con mis cuñados.
Se supone que no soy justa,que no estoy contenta con nada y que quiero meterme
en la vida de todos,lo que esta claro es que para llevar un buen rollo sólo puedo
ir diciendo que si a la mayoría de cosas que me rodean y por supuesto a como
el señor maneja el cotarro.
1 comentario:
La bruma que cubre el sendero hacia el centro del bosque, paulatinamente va desapareciendo, dando lugar a la tenue luz del amanecer, debil aún como las respuestas a tantas preguntas que mi alma hizo durante la larga y penosa caminata nocturna.
Animado, por la promesa de encontrar la respuesta apropiada a todos y cada uno de mis cuestionamientos, no reparé en cansancios ni esfuerzos, y al parecer pronto culminaré mi cometido.
Llegué al centro de un claro iluminado por la tibia luz del amanecer, donde un anciano en posición flor de loto permanecía en actitud meditabunda.
Me detuve frente a el y en silencio asumí igual posición. Luego de cierto tiempo, el anciano se dirigió a mi, diciendo: "¿Porque agobias tu alma, con aquello que tu mismo te impusiste? Nadie es responsable, de que tus deseos se hicieran realidad, sin importar ni considerar los deseos de tu pareja, del alma que debería acompañarte en este camino de tribulaciones. Como los bueyes de una Yunta, deben tener un yugo que los haga caminar al únisono y a la par... un yugo sentimental.
El anciano calló, regresando a su profunda meditación... en mi corazón supe que debería esperar futuros comentarios sobre mi pesar.
Y esperé...
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