a que juega el destino...?

Nuestra historia empezó en el 2010 han pasado tantas cosas desde entonces........... Nos separemos y volvimos tantas veces por mi miedo, mi falta de seguridad. Después tuve una pareja que permitió mi indecisión entre ambos, que me esperaba en casa a sabiendas que te veía, te llamaba y no era capaz de dar el paso que debía. Tú te consolaste conmigo hasta que creíste encontrar el amor de verdad pero no funciono y volviste a mi para volver a ir a ella y ahora volver de nuevo a mi. Son ya 4 años los que han pasado, nos conocemos como nadie, sin tenernos cerca, sabemos demasiado el uno del otro, hemos pasado mucho juntos hiriéndonos más que disfrutando. Este 2012/2013 puedo resumirlo en que el alumno supero al maestro pero me jure que no más. no puedo volver a pasar por ello, no más partidas psicológicas, me dejo enredar por el was App por que para que negarlo, algo me une a ti no se lo que es realmente creo o creí ser tú salvación, me gusta esa mirada de deseo desbocada cuando estoy delante tuyo, como pierdes el control de tu vida en esos momentos. Tú, que todo lo controlas, que te escondes tras una vida perfecta, apagando tu ansiedad en el gym y con batallas en la cocina, llego yo y no puedes tener el control en esa habitación, porque es superior a ti. Yo te hice como eres, yo te saque de la oscuridad, te abrí las puertas de la libertad sexual, lo trágico es que solo lo vivas conmigo porque así nunca serás feliz. No debí acostarme contigo la otra tarde, no debí ceder porque los cuentos de hadas no existen y tu orgullo te come y tu lo único que haces es jugar con mis emociones para poder satisfacer tus ansias de hombre. Sabía que de esa manera entreabría una puerta que no estaba dispuesta a dejar abierta para tus juegos y tú no quieres la realidad. Yo no seré tú juguete, no seré tu consuelo de almas, no seré tú amante esporádica, porque yo no sé que es el amor pero desde luego eso no lo es y de esa forma nunca lo encontrare porque el destino insiste no lo se y a penas se si quiero saberlo a estas alturas. Nos hemos despedido tantas veces, nos hemos pedido mantenernos al margen de la vida del otro, que de nada a servido porque nuestros cuerpos siguen llamándose, nuestros labios acordándose cuando se reencuentran, el brillo de nuestros ojos cuando se reencuentran pero no se puede morir en vida, no se puede esperar imposibles, no se puede soñar toda la vida. Uno tiene la felicidad que se merece por que el mismo lucha por ella, cree en ello y día a día empieza de nuevo por conseguirlo, no puedo pelear yo sola. No se que quiere el destino pero no me arrastres contigo.