domingo, 7 de febrero de 2010

Manda huevos............

Haber como cuento esto
y que podáis entender lo que digo.

Dos almas solitarias que coinciden
en mitad de un camino y comparten
unas horas de su soledad.
A partir de ahí se inicia
un vinculo de necesidad,
de llenar esos vacíos
que nos dejó la vida,
de entregar lo que llevamos dentro
y no tenemos a quien.

Nos complementamos por momentos,
nos buscamos por instantes
y solo sentimos la sinceridad.

Teclado,móvil y susurro........
pero si nadie habla de mañana,
si nadie piensa en el camino;
-'¿Porque insistir en la sinceridad del momento,
si automáticamente la rechazas?'.

Esa es una pregunta que yo transmito
a la otra alma de esta historia,
pide sinceridad constante
que no se mienta sobre lo
que ocurra entre ambos
en esos momentos;
pero luego contesta:

-No quiero ser especial,
no quiero que nadie me extrañe,
no quiero hacer sentir a nadie.......

No soy una muñeca,ni una máquina,
en esos instantes siento,
vibro,comparto un poco de mi vida,
en esos momentos estoy junto a él.
Es nuestro trato,llenar nuestros
huecos,darnos calor a miles de km
pero no puede pedirme que deje de ser persona
porque por ese instante mi alma
esta junto a la suya.

Como ya le dije una vez
podemos dejarlo aquí,sí tan
mal se ha de sentir,pero no
me pidas que mienta....

2 comentarios:

Eva dijo...

La soledad compartida puede ser muy peligrosa si no se sabe cómo jugar. Cuando no se espera más que compartir unos pocos momentos de soledad, no se puede pretender que el otro se adapte a nuestras propias necesidades.
Nadie te obliga a ser una muñeca, ni una máquina. Tú decides cuando y cómo sentir. Pero no cuando y cómo siente o no la otra persona.

melissap35 dijo...

Yo no pregunto a la otra parte que soy para él,que siente al compartir esos momentos,simplemente cuentas dentro de tú sinceridad lo que sientes; el resto no me importa.Lo que me importa es que me "censuren" cuando me han pedido sinceridad.

Pero muy bueno tu argumento y tienes mucha razón