lunes, 4 de abril de 2011


Me gusta vivir a mi manera
sin dar explicaciones.ni sentirme mal.
Ayer volví a ver un antiguo amigo
de esos que quieren y no saben ver la realidad.
yo simplemente me deje querer,me apetecía.

Unos besos suaves pero con deseo
se notaba las ganas contenidas
en este tiempo de separación,
me deje caer en la cama,un poco empujada
y otro poco por deseo....
Cuando quise reaccionar estaba
con un pañuelo de seda en los ojos,
en las manos unas esposas y aunque
me dio por reír pronto se acabaron las risas.
Note caer algo frió por mis pechos
dibujando mis pezones,siguiendo un camino
hacia mi monte de venus,la curiosidad de saber
me podía pero la calidez de su lengua me
dejo entrever que seguramente era algo dulce y rico.
Como debía saber por la forma en que lo comía
yo misma quería probar que era lo que cubría mi cuerpo
pero no podía,me sentía atrapada y sin ver
por fin un beso y sabía a chocolate...
-mmmmmmm,dulce chocolate como me gusta

Mientras me relamía el chocolate de mis labios
note un frió intenso en mi clítoris y pensé:
lo mato pero resulto excitante,sentir el frió
del hielo en mi entrepierna,sentir como entraba en mi
y lo que antes era fuego se tornaba una mezcla de sensaciones
que no había experimentado.
Quise quitarme las esposas,la venda,suplique por ello
y una vez conseguido, engullí su miembro hasta la saciedad.
Necesitaba comerlo, la merlo,jugar con el,
suplicar que me poseyera de una vez
y pudiera romperme en pedazos.
Volver a sentir la calidez en mi interior,
desafiando el frió que me había quedado impreso
y ver su cara de placer no se si por notar el contraste
o por verme a mi gozar.Me hicieron moverme
salvaje mente por conseguir mi objetivo;
que era el de correrme, para luego dejar mis pechos
a su disposición y ver como se movía entre ellos
a modo de acto sexual y sentir la calidez de su leche
en mi pecho y mi boca como momento final.

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